Con una gran cantidad de datos confidenciales, información sensible de clientes, transacciones financieras y propiedad intelectual a su cargo, los profesionales del derecho se enfrentan a retos únicos a la hora de salvaguardar sus fortalezas digitales.
En abril de 2023, la firma global Proskauer Rose reveló que un actor de amenazas pudo acceder a 184.000 archivos que contenían "documentos financieros y legales privados y privilegiados, contratos, acuerdos de no divulgación, acuerdos financieros y archivos relacionados con adquisiciones de alto perfil." La cruda realidad de esta filtración subraya la imperiosa necesidad de una formación en ciberseguridad adaptada a los departamentos jurídicos.
En este artículo, exploramos las vulnerabilidades y amenazas específicas a las que se enfrentan los departamentos jurídicos, y los pasos que pueden dar las organizaciones para impartir una formación en ciberseguridad adaptada a los departamentos jurídicos.
Panorama cibernético para los departamentos jurídicos
Los profesionales del Derecho desempeñan un papel fundamental en la protección de los intereses de sus clientes y organizaciones. Sin embargo, la naturaleza cambiante de las ciberamenazas exige un enfoque proactivo de la ciberseguridad. Los departamentos jurídicos deben navegar por el complejo terreno de la protección de datos, el cumplimiento y la confidencialidad, por lo que es imperativo que se mantengan a la vanguardia en el juego de la ciberdefensa.
Comprender los riesgos
Los departamentos jurídicos manejan un tesoro de datos confidenciales, lo que los convierte en objetivos lucrativos para los ciberdelincuentes. Desde la información sensible de los clientes hasta las transacciones financieras y la propiedad intelectual, los riesgos son diversos y amplios. Las violaciones de la seguridad no sólo ponen en peligro la integridad de los datos, sino que también erosionan la confianza de los clientes y empañan la reputación de la entidad jurídica.
Los equipos jurídicos son susceptibles de sufrir diversas estafas que aprovechan las tácticas de ingeniería social y explotan su posición única como custodios de información sensible y confidencial. Algunas estafas comunes dirigidas a equipos jurídicos incluyen:
Estafas de phishing: Los ciberdelincuentes pueden hacerse pasar por clientes, co-consejeros u organismos reguladores para engañar a los profesionales jurídicos para que revelen información sensible. Los estafadores pueden enviar documentos legales o contratos fraudulentos, instando a los equipos jurídicos a revisar y actuar con rapidez, lo que puede poner en peligro los datos.
Compromiso del correo electrónico empresarial (BEC): Los actores de la amenaza se hacen pasar por ejecutivos de alto rango dentro de la firma legal, instruyendo transacciones financieras o divulgando información sensible bajo el pretexto de solicitudes urgentes.
Ataques de ransomware: Los actores maliciosos pueden utilizar ransomware para cifrar documentos legales, exigiendo un rescate por su liberación. Esto puede afectar gravemente a los casos en curso y comprometer la confidencialidad de los clientes.
Intentos de robo de propiedad intelectual: Los estafadores pueden hacerse pasar por entidades externas que buscan asesoramiento legal o colaborar en proyectos, intentando extraer información de propiedad o secretos comerciales.
Intentos de extorsión: Los estafadores pueden enviar correos electrónicos amenazadores, alegando acciones legales si no se realiza un pago o no se revela información confidencial. Esto puede explotar el miedo a las repercusiones legales.
Adaptar la formación en ciberseguridad a los departamentos jurídicos
La formación genérica en ciberseguridad se queda corta a la hora de abordar los riesgos específicos y los requisitos de cumplimiento a los que se enfrentan los profesionales jurídicos. La formación de concienciación sobre seguridad a medida es la necesidad del momento, para garantizar que los equipos jurídicos estén equipados con los conocimientos y habilidades necesarios para navegar por su panorama único de amenazas.
Elementos clave de la formación a medida
1. Cumplimiento legal: Comprender y cumplir las normas de conformidad legal es crucial. Una formación a medida debe abarcar los entresijos de las leyes de protección de datos, los acuerdos de confidencialidad y la normativa específica que regula las prácticas jurídicas.
2. Phishing e ingeniería social: Los profesionales del Derecho suelen ser objeto de sofisticadas tácticas de phishing e ingeniería social. Los programas de formación deben profundizar en estas tácticas, proporcionando información práctica sobre cómo identificar y frustrar estos ataques.
3. Protección de la propiedad intelectual: Dado el manejo de propiedad intelectual sensible, los departamentos jurídicos deben conocer bien las estrategias para proteger estos activos. Los módulos de formación deben hacer hincapié en las mejores prácticas para salvaguardar la propiedad intelectual frente a las ciberamenazas.
4. 4. Confidencialidad del cliente: Mantener la confianza de los clientes es primordial. La formación debe centrarse en el tratamiento seguro de la información de los clientes, haciendo hincapié en la importancia de la confidencialidad y en las posibles repercusiones de la violación de datos.
La formación en ciberseguridad para departamentos jurídicos de MetaCompliance va más allá de los módulos genéricos. Entendemos los desafíos únicos a los que se enfrentan los profesionales jurídicos y hemos elaborado un programa que aborda estos desafíos de frente. Para echar un vistazo a nuestra Formación en Ciberseguridad para Departamentos Jurídicos, haga clic aquí.
Conclusión:
En el dinámico panorama de la ciberseguridad, los departamentos jurídicos deben reforzar sus defensas de forma proactiva. La formación en ciberseguridad para los departamentos jurídicos no es sólo una necesidad; es un imperativo estratégico. Capacite a su equipo jurídico para afrontar los retos cibernéticos con confianza, garantizando que su fortaleza jurídica siga siendo impenetrable frente a las amenazas cambiantes.