En el octavo día de Navidad...
La Navidad es una época de regalos y buenos deseos, en la que mostramos nuestro agradecimiento a nuestros seres queridos. Recibir una tarjeta electrónica, especialmente en Navidad, no suele ser motivo de preocupación, ya que muchas son sinceras y se envían con buenos deseos. Sin embargo, como siempre, hay malos que buscan aprovecharse y ven en las tarjetas electrónicas y los buenos deseos en línea un medio perfecto para hacerlo.
Las tarjetas electrónicasmaliciosas pueden contener spyware o malware, diseñados para infectar tu ordenador y robar tus datos. En algunos casos, las tarjetas electrónicas han sido el origen de un ransomware bastante desagradable, un virus que bloquea tus archivos y exige un pago para desbloquearlos.
Siempre es mejor ser precavido, sobre todo si se recibe algo que no se espera. Suele haber pistas que le ayuden a detectar una tarjeta electrónica maliciosa; fíjese en las faltas de ortografía y la mala gramática, y nunca instale archivos .exe.
Los ciberdelincuentes saben que el ser humano es el eslabón más débil, por lo que intentarán que te descargues un software malicioso para poder acceder a información sensible. La simple regla de oro es que si no reconoces al remitente, no abras la tarjeta.
También puede ser útil comprobar la dirección del remitente para asegurarse de que procede de una empresa de tarjetas de felicitación/etiquetas auténtica. Si la tarjeta procede de un remitente anónimo, probablemente sea mejor eliminarla.
Como los delincuentes siguen siendo más creativos, las felicitaciones navideñas son una cosa más de la que hay que tener cuidado.
La curiosidad no sólo mató al gato, también puede matar a tu PC (con un virus).