Smishing es un término utilizado para describir un ataque de phishing que se lleva a cabo a través de SMS (Short Message Service) o mensajes de texto, pero también se pueden enviar a través de aplicaciones de mensajería populares como WhatsApp o Facebook Messenger. Los ataques de smishing se han vuelto cada vez más comunes en los últimos años, y es esencial mantenerse alerta para protegerse de ser presa de ellos. En este artículo, analizaremos el significado del smishing en la ciberseguridad, cómo funciona y qué medidas puedes tomar para mantenerte a salvo de las estafas de phishing por SMS.
¿Qué es el smishing?
El smishing es un tipo de estafa de phishing que utiliza SMS o mensajes de texto para engañar a los usuarios para que proporcionen información confidencial o hagan clic en un enlace malicioso. Estos mensajes de smishing a menudo parecen proceder de una fuente legítima, como un banco o una agencia gubernamental, y pueden contener un lenguaje urgente o amenazador para incitar al usuario a actuar con rapidez.
Un estudio de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) descubrió que en 2020 se produjeron más de 500.000 denuncias de ataques de smishing, lo que se tradujo en más de 450 millones de dólares en pérdidas económicas.
¿Cómo funciona el smishing?
Los ataques de smishing, una variante de los ataques de ingeniería social, funcionan de una manera que recuerda a los ataques de phishing. El atacante envía un mensaje a la víctima que parece proceder de una fuente legítima, como un banco o una agencia gubernamental. El mensaje puede contener un enlace o pedir al usuario que responda con información confidencial, como su número de cuenta o contraseña. Una vez que el atacante tiene esta información, puede utilizarla para llevar a cabo otros ataques o robar la identidad de la víctima.
Según una investigación de Symantec, los ataques de smishing tienen un índice de éxito mayor que los ataques de phishing por correo electrónico: uno de cada tres destinatarios responde a un mensaje de texto de smishing.
Las consecuencias de los ataques de smishing pueden ser graves, incluidas pérdidas económicas, robo de identidad e infecciones por malware. Una vez que los estafadores obtienen información personal, pueden utilizarla para llevar a cabo nuevos ataques, robar identidades o comprometer datos sensibles.
Más allá de estos efectos inmediatos, el impacto a largo plazo de los ataques de smishing también puede ser significativo. Las víctimas pueden sufrir daños en sus puntuaciones de crédito, reputación y finanzas personales que pueden tardar en repararse. Además, los ataques de smishing pueden minar la confianza en los canales de comunicación digital y en las transacciones en línea. Para protegerse contra estos riesgos, es esencial tomar en serio los ataques de smishing y ser proactivo en la protección contra ellos.
Uno de los medios de prevención más importantes es ser precavido a la hora de compartir su número de teléfono e información personal en Internet. Los estafadores suelen utilizar información obtenida de perfiles de redes sociales o bases de datos públicas para crear textos de smishing más convincentes.
También es crucial tener cuidado al compartir información sobre tarjetas de crédito y otros datos financieros a través de mensajes de texto. En general, sólo debe facilitar este tipo de información confidencial a través de una conexión segura y cifrada. Si recibes un mensaje de texto smishing en el que te piden información sobre tu tarjeta de crédito, es casi seguro que se trata de una estafa.
¿Cómo protegerse de los ataques de smishing?
Manteniéndose alerta y siguiendo las mejores prácticas de seguridad en línea, las personas pueden ayudar a mitigar los riesgos de los ataques de smishing y mantener a salvo su información personal. Hay varias medidas que puede tomar para mantenerse a salvo de los ataques de smishing:
- Verifica el remitente: Comprueba siempre el remitente antes de responder a un mensaje de texto. Si recibes un mensaje que parece proceder de un banco o de un organismo público, consulta el sitio web oficial o llama a la organización para confirmar la autenticidad del mensaje.
- Ten cuidado con los enlaces: Evita hacer clic en los enlaces de los mensajes de texto a menos que estés seguro de que son seguros. Pasa el ratón por encima del enlace para ver a dónde conduce antes de hacer clic.
- No facilite información confidencial: Nunca proporciones información sensible, como números de cuenta o contraseñas, en respuesta a un mensaje de texto.
- Utilice software de seguridad: instale y actualice periódicamente software de seguridad en su dispositivo móvil para protegerse de los ataques de smishing.
- Informe de mensajes sospechosos: Si recibes un mensaje sospechoso, comunícalo a la organización pertinente o a las fuerzas de seguridad.
Los ataques de suplantación de identidad son una amenaza real y creciente en el mundo digital actual. Si te mantienes alerta y sigues las mejores prácticas de seguridad en línea, puedes protegerte a ti mismo y a tu información confidencial de estafadores y piratas informáticos. Recuerde siempre ser prudente a la hora de compartir información personal a través de mensajes de texto, proporcionar información confidencial únicamente a través de conexiones seguras y tomar medidas inmediatas si sus credenciales se ven comprometidas.