El Wi-Fi gratuito está disponible en casi todos los lugares a los que vamos. Ya sea para tomar un café, coger un vuelo o utilizar el transporte público, tenemos la opción de conectarnos a una red Wi-Fi gratuita y conectarnos a Internet. A pesar de las repetidas advertencias sobre problemas de seguridad, estas redes son utilizadas por millones de personas en todo el mundo cada día.
Pero, ¿son realmente tan peligrosos como se nos hace creer? Sencillamente, sí. Una investigación ha revelado que el 87% de los usuarios de Internet han puesto su información en peligro al utilizar una red Wi-Fi pública gratuita. Este enfoque indiferente de la seguridad nos pone en la línea de fuego directa de los hackers y aumenta nuestras posibilidades de ser víctimas de la delincuencia en línea.
Existen básicamente dos tipos de redes Wi-Fi públicas: seguras y no seguras. Una red segura requiere que el usuario acepte las condiciones legales, registre una cuenta o utilice una contraseña antes de conectarse a la red.
Una red Wi-fi no segura es cualquier red que no requiera una contraseña o credenciales de acceso. Estas redes abiertas también tendrán conexiones sin encriptar, lo que pone a los usuarios en gran riesgo de ser hackeados.
Independientemente del tipo de conexión, estas redes ofrecen muchos puntos débiles atractivos para explotar y los hackers oportunistas estarán listos para aprovechar cualquier fallo de seguridad para lanzar un ataque dirigido.
¿Cuáles son los peligros?
- Ataques Man-in-the-Middle (MITM)
Un ataque Man-in-the-Middle ocurre cuando la comunicación entre dos sistemas es interceptada por una entidad externa. Básicamente, los hackers utilizan esta técnica para interceptar la comunicación entre su dispositivo y el servidor al que está conectado. De este modo, pueden espiar toda su actividad en línea y robar información confidencial, como datos de acceso, contraseñas, números de tarjetas de crédito y códigos PIN.
- ¿Qué es un malware y cómo prevenirlo? MetaCompliance
El malware supone un grave riesgo para la seguridad y puede propagarse rápidamente a través de redes Wi-Fi no seguras. Una vez instalado, los atacantes pueden utilizar el malware para espiar su comportamiento en línea, robar información personal y financiera o utilizar su dispositivo para piratear otros sistemas. Algunos piratas informáticos incluso piratean el propio punto de conexión, haciendo que aparezca una ventana emergente que ofrece una actualización de software gratuita. Por supuesto, esto no es más que una instalación directa de malware en su dispositivo.
- Escaneado de Wi-Fi
Los hackers suelen utilizar un método conocido como Wi-Fi sniffing para espiar su actividad en línea. Mediante el uso de kits de software especializados, pueden supervisar el tráfico de la red y acceder a todo lo que haces en línea. Esto incluye ver las páginas web que has visitado y potencialmente capturar tus datos de acceso.
Consejos para mantener la seguridad en las redes Wi-Fi públicas
1. Utilice una VPN
Una VPN es una de las formas más sencillas de estar seguro en una red Wi-Fi pública. Te permite crear una conexión segura con otra red a través de Internet. Cifra tus datos para que un pirata informático no pueda saber lo que estás haciendo en línea o dónde te encuentras. Actúa como una especie de túnel en el que los datos están protegidos y tu actividad no puede ser vista.
2. Utilizar conexiones SSL
Si no tienes acceso a una VPN, puedes añadir una capa adicional de encriptación a tu conexión permaneciendo en un sitio seguro "HTTPS". La "s" significa seguro y garantiza que toda la comunicación entre tu navegador y el sitio web que estás visitando está cifrada. Google Chrome informará ahora a los usuarios si se han desviado a un sitio no seguro con la etiqueta "No seguro". Si ves este mensaje al navegar por una red Wi-Fi pública, abandona el sitio inmediatamente.
3. Desactivar el intercambio de archivos
A no ser que quieras compartir tus archivos con todos los desconocidos que estén cerca, es aconsejable desactivar siempre el uso compartido de archivos. Dependiendo de tu sistema operativo, puedes desactivar el uso compartido de archivos entrando en las preferencias del sistema o en el panel de control. También puedes dejar que Windows lo desactive por ti eligiendo la opción "pública" la primera vez que te conectes a una nueva red no segura.
4. Habilite su cortafuegos
Un cortafuegos es un programa de software que impide el acceso no autorizado a una red privada o desde ella. Supervisa el tráfico de red entrante y saliente y decide si es seguro o si hay que bloquearlo. Siempre debes activar el cortafuegos cuando utilices una red Wi-Fi pública, ya que puede evitar que los hackers accedan a tu sistema. No proporcionará una protección completa, pero sí una capa más de defensa.
5. Actualizar el software de seguridad
La instalación de un software antivirus le ayudará a detectar amenazas en su dispositivo y a bloquear el acceso de usuarios no autorizados. También es importante asegurarse de que el software se actualiza periódicamente para evitar que los hackers accedan a la red a través de las vulnerabilidades de los sistemas más antiguos y obsoletos.
6. Evite realizar cualquier transacción financiera
Es muy arriesgado acceder a tu cuenta bancaria o realizar cualquier tipo de transacción financiera cuando utilizas una red Wi-Fi pública. Lo mismo ocurre si compartes información personal identificable, como tu nombre, dirección o fecha de nacimiento. Estos datos podrían ser fácilmente interceptados por piratas informáticos y luego utilizados para cometer un robo de identidad o vaciar tu cuenta bancaria. Si tienes que hacer una transacción delicada, deberías esperar siempre a estar en casa y tener una conexión más segura.
7. Activar la autenticación de dos factores
Además de una contraseña, la autenticación de dos factores requiere un segundo dato para confirmar tu identidad. Puede ser una pregunta de seguridad, tu huella dactilar o un código único enviado a tu teléfono. Esto significa que incluso si los hackers han comprometido su dirección de correo electrónico o su contraseña, no podrán acceder a su cuenta sin el segundo dato de autenticación.
8. Apague el Wi-Fi cuando no lo necesite
Siempre es una buena idea apagar tu Wi Fi cuando no la estés usando. Aunque no te hayas conectado activamente a una red, tu Wi-Fi seguirá transmitiendo datos a cualquier red que esté dentro de su alcance. En cuanto termines de trabajar en línea, acostúmbrate a apagarla inmediatamente. Además de mejorar la seguridad, también aumentará la duración de la batería.
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