La ciberguerra ya no es un concepto futurista, en el mundo actual, cada vez más digital, supone una amenaza muy real y significativa para la seguridad nacional y los intereses de una nación.
La guerra cibernética suele referirse a los ciberataques perpetrados por una nación-estado contra otra, aunque también puede utilizarse para describir los ataques de grupos terroristas o grupos de hackers destinados a promover los objetivos de las distintas naciones.
Estos ciberataques suelen pasar desapercibidos; sin embargo, ha aumentado el número de casos más destacados, como la supuesta manipulación de las redes sociales por parte de Rusia para influir en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
Uno de los principales problemas de la ciberguerra es que a menudo resulta difícil averiguar quién ha lanzado el ataque. Debido al anonimato que ofrece Internet y a los métodos engañosos que utilizan los hackers para cubrir sus huellas, a menudo puede ser difícil rastrear al autor de un ciberataque.
A menudo, sólo la inteligencia o las conjeturas en torno a los motivos señalarán el país, la organización o la persona que puede estar detrás del delito.
La guerra cibernética podría utilizarse para desestabilizar un país atacando infraestructuras críticas como las redes eléctricas nacionales, los mercados financieros o las bases de datos militares. Los daños resultantes de un ataque de esta envergadura podrían ser devastadores.
¿Qué formas puede adoptar la guerra cibernética?
1. Ataques DDoS

Un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS - Distributed Denial of Service) es un intento de hacer que un servicio en línea no esté disponible abrumándolo con enormes volúmenes de tráfico de múltiples fuentes. Este método de ataque se utilizó en 2007, cuando la guerra cibernética saltó oficialmente a los titulares.
Después de que Estonia intentara reubicar un monumento de guerra soviético, se acusó a Rusia de lanzar un enorme ataque DDoS en represalia. Se utilizaron más de un millón de ordenadores para derribar sitios web gubernamentales, empresariales y de medios de comunicación.
Oleadas masivas de spam fueron enviadas por botnets, y se utilizaron enormes volúmenes de peticiones automatizadas en línea para inundar los servidores. El ciberataque causó una perturbación masiva y se cree que costó a la economía estonia decenas de millones de euros en daños.
2. Malware (virus, gusanos, troyanos)

Los virus, gusanos y troyanos son formas de software malicioso que pueden utilizarse en ataques de ciberguerra. Pueden utilizarse para infectar un sistema agrupados con otros programas, adjuntados como archivos, instalados aprovechando vulnerabilidades de software antiguo o, como en la gran mayoría de los casos, se instalan cuando un usuario cae en una estafa de phishing y hace clic en un archivo adjunto o descarga un archivo.
Este método se utilizó en uno de los primeros ciberataques de un Estado-nación en 2010, cuando los estadounidenses e israelíes colaboraron para impedir que Irán produjera uranio que pudiera utilizarse en armas nucleares.
Un gusano informático conocido como Stuxnet se colocó en una memoria USB infectada y se utilizó para acceder a los sistemas informáticos iraníes. Aunque no detuvo por completo las operaciones, destruyó casi 1.000 centrifugadoras de enriquecimiento de uranio y redujo significativamente las capacidades nucleares de Irán.
3. Software sin parches

El software sin parches es una de las principales causas de que los ordenadores sean hackeados. Los delincuentes no tardan en aprovechar cualquier vulnerabilidad del software antiguo y obsoleto para lanzar un ataque.
Los parches corrigen estas vulnerabilidades para que los piratas informáticos no puedan entrar en un sistema para robar datos confidenciales, bloquear a los usuarios o pedir un rescate. Si no se aplican los parches, se proporciona a los ciberdelincuentes un punto de acceso fácil a las redes.
¿Es la ciberguerra tan peligrosa como la guerra tradicional?
Algunos argumentan que la ciberguerra nunca infligirá el mismo daño que puede causar la guerra tradicional, sin embargo, los ciberataques son capaces de causar daños económicos e infraestructurales masivos que, en última instancia, podrían poner en peligro la vida humana.
El ex secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, advirtió de la posibilidad de un "Puerto de Perlas cibernético" en el que un Estado enemigo podría hackear los sistemas digitales para desconectar las redes eléctricas o incluso hacerse con el control de las agujas y hacer descarrilar los trenes de pasajeros.
Esto puede parecer descabellado, pero el daño que podría infligirse mediante la ciberguerra es muy real y ya hay pruebas claras de que estas tácticas ya se están desplegando en todo el mundo.
Mantenerse al día con los rápidos avances de las amenazas cibernéticas y la amenaza inminente que puede suponer una guerra cibernética puede resultar difícil, sin embargo, hay una serie de mejores prácticas de ciberseguridad que las organizaciones pueden adoptar para reforzar sus defensas.
Entre ellas se encuentran:
- Formación atractiva en ciberseguridad para el personal - Los delincuentes utilizan una serie de tácticas de ingeniería social para engañar a los empleados y conseguir que revelen datos confidenciales o instalen software malicioso en sus ordenadores. Una formación eficaz en materia de seguridad es esencial para capacitar a los empleados a identificar y responder adecuadamente a la creciente gama de amenazas a la ciberseguridad.
- Nunca haga clic en enlaces sospechosos - Nunca haga clic en enlaces sospechosos ni descargue archivos adjuntos de fuentes desconocidas. Los delincuentes utilizan estos enlaces para engañar a las víctimas y hacer que revelen información personal o como forma de instalar troyanos de puerta trasera para infectar los ordenadores.
- Software an tivirus: el software antivirus ayudará a detectar amenazas en los ordenadores y a bloquear el acceso de usuarios no autorizados.
- Actualizar continuamente el software: el software debe actualizarse con regularidad para evitar que los hackers accedan a las redes a través de las vulnerabilidades de los sistemas más antiguos y anticuados.
- Seguridad de los USB - No conecte nunca una unidad USB desconocida en su ordenador y asegúrese siempre de tener todos los dispositivos USB de trabajo bien cerrados cuando no estén en uso.
- Plan de respuesta a incidentes - La aplicación de un plan de respuesta a incidentes mantendrá informado al personal, mejorará las estructuras organizativas, aumentará la confianza de los clientes y las partes interesadas y reducirá cualquier posible impacto financiero tras un incidente grave.
- Pruebas de penetracióny escaneo de vulnerabilidades - Las pruebas de penetración (pen testing) son un ataque simulado autorizado a un sistema informático. La prueba ayudará a identificar cualquier vulnerabilidad en el sistema y a señalar cualquier área que suponga una amenaza grave para la seguridad.
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