Proteger la red Wi-Fi en casa es crucial, ya que contiene información personal y sensible a la que pueden acceder personas no autorizadas si no se protege. Los hackers pueden utilizar esta información para robar datos personales o lanzar ciberataques, comprometiendo la seguridad y privacidad de nuestros dispositivos conectados y nuestras actividades en línea.
Nuestro mundo, cada vez más tecnológico, significa que nuestros hogares están ahora llenos de una amplia gama de aparatos y dispositivos que requieren una conexión a Internet. Ya sea el ordenador, la tableta, el teléfono, el frigorífico, la televisión o el vigilabebés, nuestra creciente dependencia de Internet para conectar todos nuestros dispositivos ha abierto la puerta a muchos riesgos y plantea una serie de problemas de seguridad.
Muchas personas simplemente no son conscientes de los riesgos de seguridad que pueden presentar estos dispositivos a menos que estén debidamente protegidos con una red Wi-Fi segura. Nunca se nos ocurriría dejar la puerta principal de nuestra casa abierta, pero dejar nuestras redes Wi-Fi sin seguridad nos expone a los mismos riesgos de seguridad.
Los piratas informáticos son oportunistas y están dispuestos a aprovechar cualquier fallo de seguridad para lanzar un ataque selectivo. Si los hackers consiguen acceder a su red doméstica, pueden robar información personal y financiera, infectar sus dispositivos con virus y malware, cometer ciberdelitos desde su dispositivo o lanzar un ataque de denegación de servicio distribuido (DDOS).
Asegurar su red doméstica es esencial para mantener alejados a los atacantes y proteger sus datos.
Cómo proteger su red Wi-Fi doméstica
Para proteger su casa y mantenerla a salvo de los hackers, hay varias medidas que puede tomar:
1. Cambiar el nombre de usuario y la contraseña por defecto

Lo primero y más importante que debes hacer para asegurar tu red WiFi doméstica es cambiar el nombre de usuario y la contraseña por defecto por algo más seguro.
Los proveedores de WiFi asignan automáticamente un nombre de usuario y una contraseña a la red y los hackers pueden encontrar fácilmente estas contraseñas por defecto en Internet. Si consiguen entrar en la red, pueden cambiar la contraseña por la que quieran, bloquear al propietario y secuestrar la red.
Cambiar el nombre de usuario y la contraseña hace que a los atacantes les resulte más difícil identificar de quién es el Wi-Fi y entrar en la red. Los hackers disponen de sofisticadas herramientas para probar miles de posibles combinaciones de contraseña y nombre de usuario, por lo que es vital elegir una contraseña segura que combine letras, números y símbolos para que sea más difícil de descifrar.
2. Tonfiguración de redes inalámbricas
El cifrado es una de las formas más eficaces de proteger los datos de la red. El cifrado funciona codificando tus datos o el contenido de un mensaje para que no pueda ser descifrado por los hackers.
El tipo de cifrado más seguro para su red Wi-Fi doméstica es WPA2. Si tienes dispositivos antiguos de hasta 10 años, es posible que no sean compatibles con WPA2, por lo que será vital que actualices tus dispositivos domésticos para mejorar la seguridad y el rendimiento.
Para comprobar si tu router utiliza el cifrado WPA2, busca en la configuración de tu red y comprueba las propiedades inalámbricas. Así podrás seleccionar el mejor método de cifrado cuando te unas a una red inalámbrica.
3. Utilice una VPN (red privada virtual)
Una VPN es una red que le permite comunicarse a través de una red no segura y sin cifrar de forma privada. Una VPN encripta tus datos para que un hacker no pueda saber qué estás haciendo en línea o dónde te encuentras.
Una VPN también alterará su dirección IP, haciendo que parezca que está utilizando su ordenador desde otra ubicación distinta a la de su domicilio. Además de en un ordenador de sobremesa, también puede utilizarse en un portátil, un teléfono o una tableta.
4. Oculta tu red a la vista

Cuando configures tu red doméstica por primera vez, se te pedirá que crees un nombre de red visible públicamente, también conocido como SSID (Service Set identifier). La mayoría de los dispositivos se configuran con un nombre de red por defecto asignado por el fabricante. Es muy probable que si tus vecinos tienen un dispositivo del mismo fabricante también tengan el mismo SSID, lo que podría ser una pesadilla para la seguridad si ambas redes no están encriptadas.
La ocultación del SSID es una función que te permitirá ocultar el nombre de tu red de la lista de personas de los alrededores. Cambiar el nombre por defecto hace que sea mucho más difícil para un hacker saber qué tipo de router tienes, reduciendo las posibilidades de ataque.
5. Apague la red Wi-Fi cuando no esté en casa
Parece sencillo, pero una de las formas más fáciles de proteger su red doméstica de los ataques es apagarla cuando no esté en casa. Su red Wi-Fi doméstica no tiene por qué estar funcionando las 24 horas del día, los siete días de la semana. Apagar el Wi-Fi cuando no está en casa reduce las posibilidades de que los hackers oportunistas intenten entrar en su red doméstica cuando no está.
6. Mantén actualizado el software de tu router
El software del Wi-Fi debe actualizarse para proteger la seguridad de la red de su casa. El firmware del router, como cualquier otro tipo de software, puede contener vulnerabilidades que los hackers están dispuestos a aprovechar. La mayoría de los routers no tienen la opción de actualización automática, por lo que tendrás que actualizar manualmente el software para asegurarte de que tu red doméstica está protegida.
7. Utilizar cortafuegos
La mayoría de los routers Wi-Fi contienen un cortafuegos de red integrado que protege las conexiones de banda ancha y evita los ataques de intrusos a la red. También tienen la opción de desactivarlo, por lo que es importante comprobar que el cortafuegos del router esté activado para añadir otra capa de protección a la seguridad de tu hogar.
8. Coloca el router en el centro de tu casa
Los propietarios de viviendas a menudo no se dan cuenta de que la ubicación de su router puede influir en la seguridad. Si el router está situado cerca de una puerta o ventana, aumentan las posibilidades de que la señal Wi-Fi sea interceptada por alguien malintencionado. Para mejorar la seguridad de la red Wi-Fi doméstica, lo mejor es colocar el router Wi-Fi lo más cerca posible del centro de la casa, así se reducirán las posibilidades de que los ciberdelincuentes pirateen la red de invitados.
9. Activar el filtrado de direcciones MAC
La mayoría de los routers de banda ancha tienen un identificador único llamado dirección física o dirección de control de acceso al medio (MAC). Esta dirección pretende mejorar la seguridad limitando el número de dispositivos que pueden conectarse a la red doméstica. Los propietarios tienen la opción de introducir las direcciones MAC de todos los dispositivos de la casa y esto restringe la red para permitir sólo las conexiones de estas direcciones aprobadas. Esto proporciona otra capa de seguridad para ayudar a mantener a raya a los hackers.
10. Desactivar la administración remota
Otra forma en que los hackers pueden entrar en una conexión de red doméstica es a través de la función de administración remota de un router. La administración remota permite a cualquiera que esté lo suficientemente cerca de su casa ver o cambiar la configuración de su WiFi. Si no necesitas conectarte de forma remota a tu router WiFi, es mejor que desactives esta función. Para ello, ve a la sección de administración de la configuración de la red WiFi y haz clic en el botón de desactivación.
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