El malware, abreviatura de software malicioso, está diseñado para dañar o explotar cualquier dispositivo, servicio o red programable. Se ha utilizado en algunos de los mayores ciberataques del mundo, incluido el ataque WannaCry de 2017 que afectó a más de 200.000 víctimas en 150 países.

El malware suele instalarse en un ordenador cuando un usuario hace clic en un enlace, descarga un archivo adjunto malicioso o abre un programa de software fraudulento. Una vez instalado, los atacantes pueden utilizar el malware para espiar sus actividades en línea, robar información personal y financiera o utilizar su dispositivo para piratear otros sistemas.

Esta forma de ataque ha demostrado ser enormemente rentable y es cada vez más sofisticada, ya que los delincuentes mezclan variantes antiguas y nuevas para causar el máximo daño.

Existen muchos tipos diferentes de malware, algunos más dañinos que otros. Cada día se producen 230.000 nuevas muestras de malware y cada cepa tiene su propia forma individual de infectar y dañar los ordenadores.

Los tipos de malware más comunes son:

  • Virus
  • Gusano
  • Troyano
  • El ransomware
  • Programas espía
  • Adware
  • Botnet

Cómo prevenir el malware

El phishing sigue siendo la forma más fácil para los piratas informáticos de instalar malware en un dispositivo. MetaPhish proporciona a los clientes una poderosa defensa contra los ataques de phishing formando a los empleados para que identifiquen y respondan adecuadamente a estas amenazas. El software contiene una biblioteca de experiencias de aprendizaje inteligente como infografías, avisos y vídeos de formación y, a diferencia de otras soluciones de suplantación de identidad, el software permite al usuario comunicarse con el administrador.

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