Buenas prácticas esenciales de ciberseguridad para toda empresa
Publicado el: 7 Oct 2020
Última modificación: 8 Sep 2025
Las mejores prácticas de ciberseguridad se han convertido en esenciales, ya que la ciberdelincuencia supone un problema importante para las organizaciones de todo el mundo. Las violaciones de datos siguen dominando los titulares, y la pandemia de coronavirus ha puesto de relieve la urgente necesidad de mejorar las medidas de seguridad para defenderse de las amenazas en evolución.
La importancia de las mejores prácticas de ciberseguridad para las pequeñas y medianas empresas
Las organizaciones pequeñas y medianas sufren cada vez más ataques y están demostrando ser un objetivo muy atractivo para los ciberdelincuentes. De hecho, según el informe Global State of Security, el 66% de estas organizaciones han sufrido una brecha en los últimos 12 meses.
Normalmente, estas organizaciones no disponen del mismo presupuesto ni de los mismos recursos asignados a la ciberseguridad que las organizaciones más grandes, lo que las hace vulnerables a los ataques.
A medida que las ciberamenazas se vuelven más selectivas, las organizaciones necesitan ser más proactivas en su enfoque de la ciberseguridad e invertir en las áreas de su negocio que más necesitan protegerse.
Para ayudarle a establecer qué áreas deben priorizarse, hemos elaborado una lista de seis buenas prácticas de ciberseguridad.
6 Buenas prácticas de ciberseguridad
1. Parcheo regular
La gestión de parches debe ser una parte clave de su estrategia de ciberseguridad. Continuamente se descubren nuevas vulnerabilidades y, a menos que se apliquen los parches, los piratas informáticos explotarán estas vulnerabilidades para acceder a su red.
Un parche es esencialmente una pieza de código que se instala en un programa de software existente para corregir un problema o mejorar la estabilidad general de una aplicación. Es esencial para mantener las máquinas actualizadas, estables y a salvo del malware y otras amenazas.
Se calcula que los parches evitan hasta el 85% de los ciberataques, por lo que es vital que su organización aplique estos parches en cuanto estén disponibles. No hacerlo podría ser catastrófico para su empresa.
2. Autenticación de dos factores

La autenticación de dos factores proporciona una capa adicional de seguridad que puede marcar la diferencia entre un intento de pirateo y una violación de datos que paralice el negocio.
Además de un nombre de usuario y una contraseña, la autenticación de dos factores requiere un segundo dato para confirmar la identidad del usuario. Puede tratarse de un pin, un código, un token o incluso datos biométricos como una huella dactilar.
Es una de las formas más sencillas de mantener la información confidencial de la empresa privada y a salvo de la interceptación. Podría ser para iniciar sesión, restablecer una contraseña o para proporcionar un proceso de autenticación más fuerte para la protección de datos sensibles como la información financiera o de identificación personal.
Dado que cada vez son más los empleados que trabajan a distancia, la autenticación de dos factores les permite acceder a los datos de la empresa sin poner en peligro las redes corporativas.
3. Formación en seguridad de alta calidad para los empleados
El 90% de todos los ciberataques que tienen éxito son el resultado de información facilitada sin saberlo por los empleados. A medida que las redes se vuelven más difíciles de violar, los piratas informáticos se fijan cada vez más en el personal, ya que constituye la forma más fácil de infiltrarse en una red.
Una formación eficaz de concienciación sobre la seguridad es esencial para formar a los empleados sobre cómo identificar y responder adecuadamente a la creciente gama de amenazas a la ciberseguridad. Todos los empleados, en todos los niveles de la organización, deben recibir esta formación para asegurarse de que están armados con las habilidades necesarias para identificar un ataque.
La formación no sólo educará al personal sobre la gama de amenazas a las que se enfrentan internamente, sino que también cubrirá los riesgos de ciberseguridad a los que se enfrentan cuando trabajan a distancia. El trabajo a distancia se ha convertido en la norma, pero puede suponer un grave riesgo para la seguridad que puede dejar la red informática, los sistemas y los dispositivos de su organización muy vulnerables a los ataques. Los ciberdelincuentes se aprovecharán de cualquier fallo en la seguridad y la crisis actual les está proporcionando muchos puntos débiles atractivos que explotar.
4. Solución fiable de copias de seguridad externas

Dado que los ataques contra las empresas casi se han duplicado en los últimos cinco años, las organizaciones deben ser capaces de reaccionar con rapidez y eficacia ante cualquier incidente de seguridad que pueda surgir.
Una de las mejores formas de proteger su organización y asegurarse de que está equipada para hacer frente a la creciente gama de amenazas a la ciberseguridad es utilizar los servicios de un Centro de Operaciones de Seguridad (SOC) subcontratado.
Un SOC está dirigido por un equipo dedicado de profesionales de la seguridad que trabajan para supervisar las operaciones de seguridad de una organización para prevenir, detectar y responder a cualquier amenaza potencial. Normalmente realizarán un seguimiento de las amenazas a la seguridad, incluidas las notificaciones de amenazas potenciales a través de herramientas, empleados, socios y fuentes externas. A continuación, el equipo de seguridad investigará las amenazas y, si se considera que se trata de un incidente de seguridad, lo gestionará con rapidez y eficacia.
Si no dispone de recursos para un equipo de seguridad interno, un SOC externalizado le proporcionará los conocimientos, la experiencia y las tecnologías que pueden proteger a su organización contra la creciente gama de amenazas a la ciberseguridad.
5. Identificar los activos de información y las actividades de procesamiento de datos
Para desarrollar una estrategia integral de ciberseguridad e identificar eficazmente los riesgos, su organización necesitará completar una auditoría exhaustiva de sus activos de información y actividades de procesamiento de datos.
Esto le ayudará a determinar cuáles son sus activos de información más valiosos, dónde se encuentran y quién tiene acceso a ellos. Una vez identificadas estas áreas, puede centrarse en cómo cada activo de información podría verse potencialmente comprometido. Ya se trate de una violación del sistema, de malware o incluso de una amenaza interna, se pueden tomar medidas para mejorar estos procesos y reducir la posibilidad de que un ciberdelincuente acceda a los sistemas críticos.
Las auditorías periódicas de las actividades de procesamiento de datos ayudarán a salvaguardar los datos y a reducir el riesgo organizativo.
6. Crear un plan de respuesta a incidentes
Como el número de ciberataques y violaciones de datos sigue aumentando, su organización experimentará inevitablemente un incidente de seguridad en algún momento.
Para hacer frente con eficacia a cualquier incidente que pueda surgir, es importante contar con una estructura de notificación que permita al personal identificar y notificar los incidentes a tiempo. La capacidad de notificación abordará toda la gama de incidentes que podrían producirse y establecerá las respuestas adecuadas. La política, los procesos y los planes de apoyo deben basarse en los riesgos y cubrir cualquier requisito reglamentario de notificación.
El establecimiento de un plan de respuesta a incidentes ayudará a educar e informar al personal, mejorará las estructuras organizativas, aumentará la confianza de los clientes y las partes interesadas y reducirá cualquier posible impacto financiero tras un incidente grave.
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