El correo electrónico se ha convertido en una herramienta indispensable para la comunicación tanto en el ámbito personal como en el profesional, y se prevé que en 2025 seamos testigos de la asombrosa cifra de 376.400 millones de correos electrónicos diarios. Pero esta ubicuidad conlleva vulnerabilidad.

Lamentablemente, los correos electrónicos se han convertido en el coto de caza favorito de los ciberdelincuentes, por lo que la seguridad del correo electrónico ha dejado de ser opcional para convertirse en esencial. Un informe reciente reveló un aumento sin precedentes de los correos electrónicos de phishing durante el primer trimestre de 2023, lo que subraya la urgencia.

En esta entrada de blog, desmitificaremos la seguridad del correo electrónico, subrayaremos su importancia y compartiremos estrategias prácticas para reforzar sus defensas digitales.

Qué es la seguridad del correo electrónico y por qué ess importante

La seguridad del correo electrónico es la armadura digital que protege sus cuentas de correo electrónico y sus comunicaciones del acceso no autorizado, la pérdida de datos o el compromiso. Pero, ¿por qué debemos preocuparnos por la seguridad del correo electrónico? He aquí las razones clave:

En primer lugar, la seguridad del correo electrónico protege la información personal y profesional de personas no autorizadas. Esto podría abarcar desde datos personales de tarjetas de crédito e información bancaria hasta informes financieros corporativos y planes estratégicos.

Las ciberamenazas llegan a menudo a su bandeja de entrada disfrazadas de correos electrónicos inocentes. La seguridad del correo electrónico ayuda a ahuyentar el malware, el spam y los ataques de phishing, evitando posibles pérdidas financieras, violaciones de datos y daños a la reputación corporativa.

Por último, un servicio de correo electrónico seguro es un servicio fiable. La seguridad del correo electrónico evita las interrupciones del servicio, garantizando un acceso ininterrumpido a sus correos electrónicos.

Tipos de ataques por correo electrónico

Los ciberdelincuentes emplean una serie de tácticas para infiltrarse en los sistemas de correo electrónico, algunas de las cuales pueden infligir graves daños a la integridad de los datos o a la reputación de una organización.

Phishing: Un ciberataque en el que los estafadores, haciéndose pasar por fuentes reputadas a través del correo electrónico, el teléfono o un mensaje de texto, engañan a la gente para que revele información confidencial, como datos personales, credenciales bancarias y contraseñas. El DBIR 2023 de Verizon descubrió que el 36% de todas las violaciones de datos implicaban phishing.

Spear Phishing: Campañas de correo electrónico dirigidas y fraudulentas que se diseñan en torno a la vigilancia y la recopilación de información llevada a cabo en una organización objetivo. Estos correos electrónicos suelen centrarse en personas con derechos de acceso privilegiados, como los administradores de sistemas. Una encuesta realizada por Tessian reveló que el 94% de las organizaciones sufrieron un ataque de spear-phishing o suplantación de identidad en 2022.

Spam: Consiste en el envío de comunicaciones digitales no deseadas y no solicitadas, a menudo de forma masiva. Aunque a veces es meramente molesto, el spam también puede servir de vehículo para actividades más maliciosas, como la propagación de malware o los intentos de phishing.

Suplantación de identidad: Los defraudadores elaboran correos electrónicos engañosos, a menudo haciéndose pasar por empresas o personas de renombre, aprovechando la confianza asociada a estas identidades para manipular a sus objetivos. Se aprovechan de la credibilidad de marcas consolidadas, como Microsoft, o de funciones de alto perfil, como la de un director general, para persuadir a las personas de que realicen determinadas acciones. Por ejemplo, un correo electrónico de phishing puede imitar una comunicación de Office 365, con un enlace que lleve a una imitación convincente de la página de inicio de sesión de Office 365. Los usuarios desprevenidos, engañados por la apariencia auténtica del sitio, introducen sus datos de inicio de sesión, cayendo presa de la trampa del ciberdelincuente y entregando inadvertidamente sus credenciales.

Mejores prácticas de seguridad del correo electrónico

Todas las organizaciones son vulnerables a la suplantación de identidad, independientemente de su tamaño o sector, por lo que es esencial comprender cómo pueden convertirse en objetivo y qué puede hacer para evitar una brecha.

Utilice contraseñas fuertes: Una buena forma de crear contraseñas más largas y complejas es utilizar frases de contraseña. Una frase de contraseña es una cadena de palabras en forma de frase que es memorable para usted pero difícil de descifrar para cualquier otra persona.  La primera letra de cada palabra formará la base de su contraseña, y estas letras también pueden sustituirse por números y símbolos para hacerla aún más segura.

Active la autenticación de dos factores: La autenticación de dos factores añade una capa adicional de seguridad al requerir una segunda forma de verificación además de su contraseña.

Utilice un filtro antispam: Un filtro antispam es capaz de identificar e interceptar el correo basura, impidiendo que llegue a su bandeja de entrada o desviándolo a la carpeta de correo no deseado.

Actualice regularmente sus sistemas: Asegúrese de que su software de correo electrónico, antivirus y sistemas operativos están actualizados. Las actualizaciones suelen contener parches para las vulnerabilidades de seguridad.

Sea consciente de las estafas de phishing: Infórmese sobre los ataques de phishing y cómo identificarlos. Nunca haga clic en enlaces sospechosos ni descargue archivos adjuntos de fuentes desconocidas.

Implemente una pasarela de correo electrónico segura: Una pasarela de correo electrónico segura puede filtrar el spam, los virus y los ataques de phishing antes de que lleguen a su bandeja de entrada.

Utilice una VPN: Una Red Privada Virtual o VPN, es una herramienta de software que encripta todo el tráfico que pasa a través del navegador. Este tráfico puede ser datos personales o de la empresa, correos electrónicos, contraseñas, datos para una transacción financiera, etc.

En conclusión, la seguridad del correo electrónico es un aspecto crítico de la ciberseguridad. Al comprender su importancia y aplicar medidas de seguridad sólidas, los particulares y las organizaciones pueden reducir significativamente el riesgo de ser víctimas de ciberataques relacionados con el correo electrónico.