A medida que las ciberamenazas siguen creciendo y evolucionando, es inevitable que las empresas experimenten un incidente de seguridad de la información en algún momento.

En la actualidad se producen violaciones de la ciberseguridad casi a diario y la IDC predice que en 2020 más de 1.500 millones de personas, es decir, aproximadamente 1/4 de la población mundial, se verán afectadas por una violación de datos.

A pesar de la frecuencia de estos ataques, hasta El 75% de las empresas no dispone de un plan de gestión de incidentes. Esto, unido a un tiempo medio de  175 días para detectar una brecha, significa que muchas organizaciones están lamentablemente mal preparadas y son vulnerables a graves ciberataques.

Para hacer frente con eficacia a estas amenazas, las organizaciones deben disponer de una solución estructurada de gestión de incidentes que les permita identificar, responder y mitigar rápidamente este tipo de incidentes.

No hacerlo puede acarrear importantes daños a su reputación y, en virtud del GDPR, las organizaciones podrían ser sancionadas con enormes multas si no son capaces de demostrar que han tomado todas las medidas técnicas y organizativas necesarias para garantizar un alto nivel de seguridad.

Lo bien que su organización responda a un incidente puede ser la diferencia entre una interrupción menor y la desaparición de su empresa. Una solución de gestión de incidentes le permitirá prepararse para lo inesperado y garantizar una respuesta rápida a cualquier posible incidente de seguridad.

Ventajas de utilizar una gestión de incidencias empresarial

Hay muchas razones por las que su organización debería implantar una solución de gestión de incidencias para empresas:

1. Establecer procedimientos

procedimientos establecidos

Una solución de gestión de incidentes bien estructurada establecerá procedimientos que ayudarán a detectar, responder y limitar los efectos de un incidente de seguridad. La primera etapa consistirá en realizar una evaluación detallada de los riesgos para abordar las amenazas potenciales. Puede tratarse de  phishing, ransomware, o incluso empleados que trabajan a distancia con dispositivos no seguros. Las organizaciones pueden entonces determinar qué áreas presentan el mayor riesgo de seguridad y necesitan ser reforzadas.

El siguiente paso es establecer un conjunto de políticas de seguridad que definirán un incidente, cómo se gestionará, quién se encargará del incidente y qué herramientas se utilizarán para gestionar la respuesta al incidente. Estos procedimientos permitirán a las organizaciones reaccionar con rapidez y eficacia en caso de incidente de seguridad.  

2. Proteger los datos

Proteja sus datos

El flujo continuo de Las filtraciones de datos han puesto de relieve el hecho de que no es una cuestión de «si» sino de «cuándo» una organización será atacada. Los datos son un bien valioso y uno de los activos más importantes que posee cualquier organización. Para evitar que estos datos caigan en las manos equivocadas, su organización deberá contar con un plan minucioso que detalle cómo se salvaguardará la información y qué protocolos deberán seguirse en caso de incidente.

Un proceso de respuesta a incidentes describirá los procedimientos importantes que deben seguirse, como:

  • Identificación de datos valiosos 
  • Iniciar alertas de seguridad para detectar actividades maliciosas
  • Copias de seguridad periódicas 
  • Gestión de parches
  • Restricción del acceso a datos sensibles 
  • Asegurarse de que el personal sabe cómo informar de un incidente

3. Educar e informar al personal

Educar e informar al personal

El personal desempeña un papel fundamental en la defensa contra los ciberataques. A menudo son la primera línea de defensa en la detección de amenazas y, cada vez más, serán el objetivo más perseguido. Para asegurarse de que su personal sabe cómo responder eficazmente a un posible incidente de seguridad, tendrá que recibir regularmente  formación sobre concienciación en ciberseguridad. Esto ayudará a concienciar sobre la sensibilidad de los datos de los sistemas, a garantizar que los procedimientos se siguen correctamente y a crear una cultura de mayor cumplimiento de la seguridad.

Uno de los primeros signos de la mejora de la ciberseguridad y de la concienciación sobre el cumplimiento de la normativa será una mayor vigilancia de las posibles amenazas y un aumento del número de incidentes notificados. La solución de gestión de incidentes debe proporcionar al personal un método sencillo y de fácil acceso para notificar posibles problemas. A continuación, las organizaciones deberán responder a estos incidentes notificados de forma oportuna para garantizar que los acontecimientos no se agraven.

4. Evitar multas

evitar multas

La aplicación del GDPR ha transformado la forma en que las organizaciones responden y notifican un posible incidente de seguridad. En virtud de la nueva legislación, las organizaciones tienen ahora la obligación de notificar las violaciones de datos y no hacerlo puede acarrear multas importantes.  El GDPR exige que las organizaciones comuniquen cualquier violación de los datos personales a la autoridad supervisora pertinente en un plazo de 72 horas desde su detección, de lo contrario podrían enfrentarse a multas de hasta el 4% de la facturación global anual o 20 millones de euros.

Las multas dependerán de la gravedad de la violación y de si las organizaciones han tomado medidas para demostrar que cumplen la ley. La notificación de incidentes ha pasado a ocupar un lugar central y, desde que la ley de privacidad entró en vigor en mayo de 2018, se han presentado casi 60.000 informes sobre violaciones de datos. Está claro que las organizaciones se dan cuenta ahora de la importancia de reaccionar con rapidez ante cualquier posible incidente.

5. Mejorar la confianza de los clientes y las partes interesadas

Mejorar la confianza de los clientes y las partes interesadas

Además de las implicaciones financieras de un incidente, que pueden implicar el pago de multas reglamentarias, indemnizaciones a los clientes y una caída del precio de las acciones, las organizaciones pueden verse gravemente afectadas por los daños a su reputación.

Si los datos sensibles de una organización han quedado expuestos, puede tener un efecto enormemente negativo en la confianza de los consumidores. Las investigaciones han demostrado que hasta el 70% de los consumidores dejarían de hacer negocios con una empresa si ésta ha sufrido una violación de datos. Los clientes pierden la confianza en una organización si no sienten que sus datos están seguros y pueden acabar abandonándola y cambiándose a la competencia.

Las consecuencias de un incidente de seguridad pueden ser de gran alcance y, a menos que las organizaciones cuenten con los procedimientos correctos de respuesta ante incidentes, están poniendo en grave riesgo su negocio.